martes, 21 de febrero de 2012

John Reed Entrevista a Lenin

Lenin, líder del partido bolchevique, se ha convertido tras la Toma del Palacio de Invierno en el máximo dirigente del Gobierno Ruso. He tenido el placer de poder entrevistarlo y de transmitir su punto de vista sobre todos los acontecimientos que están teniendo lugar ahora mismo en Rusia.

R: En primer lugar, me gustaría presentarle mis respetos por su ascenso al poder.

L: No es a mí a quien tiene que presentar sus respetos, sino al pueblo ruso y, especialmente, a los integrantes de los sóviets. Fueron ellos quienes asaltaron conmigo el Palacio de Invierno, quienes han dado vida a esta revolución.

R: ¿Cómo se sintió cuando le llegó la noticia de la revolución de febrero?

L: Siempre supe que esta revolución se produciría. La revolución de 1905 y sucesos como el del Acorazado Potemkin demostraban la profunda disconformidad del pueblo ruso con la situación de explotación a la que estaban sometidos. Solo era cuestión de tiempo, así que la noticia no hizo sino confirmarme algo que ya sabía de antemano y hacer que mi regreso a Rusia fuera más urgente. La idea de volver ha estado fija en mi cabeza desde que me desterraron a Siberia, y la revolución fue una señal de que había llegado el momento.

R: Me gustaría hacerle la misma pregunta que se estará haciendo en este momento todo el pueblo ruso, ¿qué va a pasar ahora? ¿Cumplirá su palabra de abandonar la guerra o se ocupará primero de resolver los problemas internos de Rusia?

L: Cumpliré con lo estipulado en las Tesis de Abril. Vamos a abandonar la Gran Guerra de inmediato. Es insostenible desde el punto de vista económico, social y moral. Rusia ni siquiera tendría por qué haber entrado en la guerra, sólo lo hizo atendiendo a los intereses de un tirano absolutista y egoísta como lo era Nicolás II, a quien solo preocupaban sus propias ambiciones territoriales en los Balcanes. En lo que a nosotros respecta ahora mismo, Austria-Hungría puede hacer con ellos lo que quiera. Ya hemos iniciado negociaciones con Alemania para firmar un tratado de paz.

En cuanto a los problemas internos, no han hecho más que empezar. En muchas zonas de Rusia ya se están produciendo motines de zaristas que exigen el regreso al poder de la familia real, apoyados por la Iglesia Ortodoxa y la burguesía, y de anarquistas seguidores de Bakunin, pero Trotsky se está ocupando de sofocarlos.

R:¿Y qué pasará con el zar?

L: Nicolás II es un dirigente corrupto, y como tal será ajusticiado. A lo largo de todo su reinado, él, al igual que su antecesor, no ha hecho más que violar la confianza del pueblo ruso y favorecer el atraso de Rusia.  La tardía liberación de los siervos, la incorporación a la Revolución Industrial durante su segunda etapa, la Guerra Ruso-Japonesa, lo acontecido durante el domingo sangriento, la creación de la Duma tras la revolución de 1905 para retirarle el poder casi de inmediato, la participación en la guerra… No hizo sino abusar de un poder que no merecía y rodearse de consejeros insidiosos, de los cuales Rasputín solo es el más destacado ejemplo.

R: ¿No le preocupan las acciones que pueda emprender la Triple Entente si abandona la guerra?

L: No tanto como los estragos que podría suponer para Rusia seguir en ella. Ahora mismo nuestras prioridades difieren: las mías son reconducir la política rusa y las de Gran Bretaña y Francia ganar la guerra. Cualquier repercusión que decidan emprender tendrá que esperar, y para entonces estaremos preparados.

R: Se rumorea que fueron los alemanes quienes lo ayudaron a abandonar el exilio. En caso de que eso sea cierto, ¿cómo podría afectar al tratado de paz?

L: No serán rumores lo que tenga en cuenta cuando negocie el tratado con Guillermo II y sus ministros. Puede preguntarle a mi mujer y a mis amistades cuánta influencia tienen las habladurías de la hora de la comida en mis ideas políticas. Llegué aquí a través de Alemania, del mismo modo en que hubiera atravesado Grecia si fuera otra la distribución geográfica. A la hora de pactar un acuerdo, lo único por lo que miraré serán los intereses de Rusia, no mi ruta de viaje.

R: Hasta ahora nos hemos centrado en lo relativo a la guerra, pero, ¿y en cuanto a la política interior? ¿En qué se diferenciará de la que había planteado el gobierno provisional?

L: El mayor problema de los mencheviques es su talante moderado e influenciable. Ellos planteaban que nos embarcásemos en una democracia que se consolidara a la par del capitalismo, que nos sentáramos a contemplar el desarrollo de los acontecimientos mientras los burgueses siguen ostentando el poder y casi la totalidad de la población sigue sometida a la explotación mientras miles de soldados continúan muriendo en la guerra como si fueran simple carne de cañón. Kerensky pretendía tener contentos a unos y a otros, burgueses y proletariaos, como si hacer que los primeros no se sientan amenazados pudiera provocar que aceptaran repartir migajas de su poder entre la población. Y ya ni hablemos de su actitud para con el resto de las potencias europeas, cómo hablar de enfadarlas a ellas, a sus ideologías capitalistas y sus afanes de ganar la guerra a cualquier precio. Mi opinión puede ser acogida con mayor o menor agrado, pero si quisiera mantener buenas relaciones con todo el mundo me hubiera hecho diplomático, no dirigente de un partido político. Para sonreír no saldría de casa, aquí de lo que se trata es de sacar a flote un país que se hundía mientras se estrechaban manos, se examinaban documentos y se observaba a la gente hacer cola en las calles por un mendrugo de pan. La revolución ya estaba en marcha, había que aprovecharla y cambiar las cosas. Ellos no estuvieron dispuestos y nosotros sí.

Mi intención es llevar a cabo los planes de Marx sobre una sociedad comunista hasta sus últimas consecuencias, hasta eliminar por completo el concepto de clase sociales. Vamos a cambiar Rusia, desde las grandes ciudades como San Petesburgo y Moscú hasta el último de sus confines.

R: Muchas gracias por responder a mis preguntas. Ha sido un verdadero honor para mí. Esperemos que, efectivamente, su espíritu y sus palabras lleguen a todos los rincones de Rusia y la revolución triunfe. 

1 comentario:

  1. Muy bien construida. Se nota mucha elaboración, tanto contribución tuya y de tu grupo al blog colaborativo, como a la hora de redactar el producto final (la entrevista). Enhorabuena.
    Calificación final en vía privada.
    Con carácter general, el blog puede ser utilizado de modo más sistemático para compartir actividades y colaboraciones de las que hacemos en clase y en las que tú también participas, y con mucho interés y acerto. La tipografía está bien, muy bien, pero también podemos desarrollar más el uso de otras herramientas como embeber vídeos, publicar fotos, etc. Ánimo.

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